Cerca de Hernán Peraza vivía
Cerca de Hernán Peraza vivía
Un viejo Hupalupu que tenía
Grandes dotes de sabiduría
Un viejo Hupalupu que tenía
Su hija Iballa era tan seductora
Su hija Iballa era tan seductora
Que ni la más reluciente aurora
Que ni la más reluciente aurora
La igualaban como encantadora
Que ni la más reluciente aurora
De Iballa el conde quedó prendado
De Iballa el conde quedó prendado
Como ciego y tenaz enamorado
Más con desdén siempre rechazado
Como ciego y tenaz enamorado
Porque ella a Dios tenía ofrecido
Porque ella a Dios tenía ofrecido
Un precepto sagrado y divino
Con la promesa de ser cumplido
Un precepto sagrado y divino
Su honor no ha de ser tocado