La francesa Cécile Schott (Colleen) irrumpió en el panorama electrónico europeo con Everyone Alive Wants Answers, un disco construido en su práctica totalidad con samplers y grabaciones de campo. A partir de fragmentos de audio del más variado origen, Cécile creó una obra imaginativa y cautivadora, que se situaba en un espacio limítrofe entre la indietrónica y un pop de acentuado carácter onírico. Luego Cécile se dio a conocer al mundo con un álbum hermoso, The Golden Morning...